La idea era subir este volcán por una ruta ya conocida, pero un poco larga. El pronóstico del clima no parecía muy favorable el primer día, pero sí el segundo.
Fue así como nos embarcamos junto a Carmen, Vasco, Nibaldo y yo camino a Curacautín, donde se sumó Jorge.
Luego de comprar algunos insumos que faltaban, retomamos en viaje hacia lo que sería nuestro campamento base, pensando en la jornada que nos esperaría. Según Jorge- quien visitó la zona unos días antes- la nieve comenzaba un poco más arriba de la Laguna Caracol, y que en algunos lugares pasaba los 2 metros, por lo que recordando la vez anterior que estuve en esta misma zona, decidí realizar la aproximación en randonee. En esa oportunidad fue un buen grupo de Perros de Los Andes quienes recorrimos los mismos lugares cubiertos de nieve y bajo una nevazón que impedía descubrir el camino, donde nos tocó atravesar bosques enterrados hasta la cintura de nieve. Fue por eso que en esta oportunidad iría con randonne, para sortear estos escoyos sin problemas.
A medida que nos internábamos en el camino, a a diferencia del común de todos los caminos de campo los cuales inician buenos y terminan en pésimas condiciones; este resultó lo contrario, cada vez se hacía mejor y más ancho, incluso contaba con grandes zanjas de desagüe.
Avanzábamos por este camino hasta que empezaron los problemas: el Jeep de Jorge comenzó a botar agua, por lo que decidimos dejarlo al costado del camino y juntarnos todos en el Jeep de Nibaldo. Luego de acomodarnos entre mochilas, seguimos de camino por las cuestas que a pesar que poseían una buena pendiente, la calidad del camino nos tenía sorprendidos.
Subíamos y subíamos y el camino como si nada, fue de esta forma que pasamos junto a la Laguna Caracol y no encontrábamos el final. Seguimos subiendo hasta pasar por el lugar donde habíamos montado campamento la vez anterior, fue como pasar junto a una plaza en auto por una calle normal. En este momento yo ya pensaba que los esquíes los había sacado a pasear.
Llegó el turno de los famosos bosques, los que en su oportunidad nos impedían el paso y nos obligaban en ocasiones a enterrarnos en la nieve. En esta ocasión no fue así, ya que ahora hay un camino que pasa por ahí. La idea de aproximación estaba totalmente descartada.
Finalmente llegamos al lugar de los hechos. Resulta que junto al Volcán se esta construyendo una planta de geotermia, y este camino corresponde al camino hasta ese lugar, es un camino en construcción y que pasa junto al glaciar y bajo la ruta normal de ascensión al volcán.
Casi al final del camino se encontraba el campamento de los obreros, un lugar ideal para un construir un buen refugio, con una vista al sur impresionante.
Buscamos un lugar donde acampar, cuando eran recién las 12 del día, por lo que decidimos bajar a acampar junto a la laguna y subir el día siguiente hasta el final del camino en auto para empezar recién a caminar los últimos 700 metros de desnivel que nos separaban de la cumbre.
Alcanzamos a instalar el campamento y comer cuando empezó la lluvia. No quedó otra que ir a guarecernos a las carpas. Lluvia, viento, granizos y nieve, todos los tipos de precipitaciones se presentaron esa tarde en nuestro campamento, parecía que no se arreglaría el clima, pero teníamos la confianza que ocurriría lo contrario.
En una ventana de calma, salimos a dar un paseo por los alrededores de la laguna.
Antes de acostarnos, compartimos algunas cositas para picotear y algo para el frio. La noche estaba nublada, pero aún manteníamos la fe que mejoraría.
Tipo dos de la madrugada desperté y la carpa parecía que estaba junto a un poste de luz. Era la luna llena que anunciaba la retirada de las nubes y la llegada del buen clima. El paisaje era espectacular: el Tolhuaca se mostraba en todo su esplendor como diciéndonos: “Aquí los espero”.
Nos levantamos temprano, desayunamos y desarmamos campamento. Aquí fue donde siguieron los problemas: cuando iniciamos la marcha en el Jeep de Nibaldo para llegar hasta el final del camino, este no tenía fuerza para andar y finalmente se detuvo.
¿Qué hacemos ahora?…. a caminar se ha dicho. Por su parte Nibaldo decidió no seguir a fin de poder llegar con su móvil a su casa y llevarlo a un taller.
Ahora el problema eran las cosas, pero como contábamos con un Jeep en el camino, fue el mismo Nibaldo quien se ofreció a dejar las cosas que no necesitábamos para subir a la cumbre en el otro Jeep. Entonces, ¡manos a la obra!, nos despedimos y empezamos a caminar por el camino que a esta hora contaba con una pequeña capa blanca de nieve producto del mal tiempo del día anterior.
En pocos minutos ya estábamos junto al campamento de la faena y luego en el final del camino. A contar desde este momento empezaba la verdadera ascensión al Volcán Tolhuaca.
La nieve estaba ideal para progresar y la pendiente en gran parte del camino era suave.
La falta de viento y el calor reinante hacían que la caminata fuera lenta y la deshidratación rápida, pero el paisaje lo valía. Llegó la hora de ponerse crampones ya que la nieve ideal se endureció un poco y en esta situación una caída no sería gracia.
La cumbre estaba cerca, pero el calor mataba. Con Jorge llegamos finalmente a la cumbre y unos minutos después lo hicieron Carmen y Vasco.
Luego de los abrazos correspondientes llegó la hora de las fotografías. Se podían apreciar desde los chillanes por el norte hasta el Mocho-Choshuenco por el sur. Con el calor reinante el día era ideal para una piña colada y una buena hamaca en la cumbre.
Luego de permanecer alrededor de 45 minutos en la cumbre, comenzamos el descenso. A esta hora la nieve ya se estaba poniendo muy blanda lo que hacía más pesado el caminar por lo que más de un tobogán resultó un agrado.
En el intertanto subíamos, Nibaldo en su camino de bajada se había encontrado con el Jefe de Obra de las faenas y le contó de nuestro periplo. El amablemente decidió esperarnos y bajarnos hasta el Jeep de Jorge.
Así llegamos al Jeep y luego de llenar el radiador con agua, nos dirigimos a comprar pasajes a Curacautín.
Esa fue mi segunda cumbre en el magestuoso Tolhuaca,. Agradezco infinitamente la colaboración del Jefe de obra de las faenas y a Carabineros de Manzanar.
Mapa de la Ruta.
Ver Tolhuaca por Laguna Caracol en un mapa más grande